Fan Fiction World
¿Quieres reaccionar a este mensaje? Regístrate en el foro con unos pocos clics o inicia sesión para continuar.

Fan Fiction World

Un foro especializado en fics.
 
ÍndiceÚltimas imágenesBuscarRegistrarseConectarse

 

 Define "love"

Ir abajo 
2 participantes
AutorMensaje
ryuugu rena

ryuugu rena


Mensajes : 52
Fecha de inscripción : 12/02/2009
Edad : 27
Localización : En el espejo del crepúsculo, a punto de irme, vámonos Midna... ¬¬

Define "love" Empty
MensajeTema: Define "love"   Define "love" Icon_minitimeMiér Abr 15, 2009 8:34 pm

He aquí mi primer fanfic de Kingdom Hearts, espero que os guste... Es de Kingdom Hearts y una mezcla x3

Gracias a Virgi rk, por el consejo que me dio de no pasar de una escena a otra tan deprisa =) Aunque las descripciones han quedado muy mal... n-n

Bueno, decid que os parece:

~~~

Capítulo 1

Lo único que veía era toda una sala llena de oscuridad. Puertas negras, imposibles de ver. No había forma de escapar...

O sea, no se veía nada.

Noté como si una rama con demasiadas arrugas para que fuese de un árbol se hubiese enganchado en mi brazo. Me giré y por lo menos podía ver una mano fuerte y resistente sujetándome. Todo estaba oscuro, pero debido a que salió el sol y miré hacia una ventana, me di cuenta que la mano que me sujetaba con mucha fuerza, intentando que vaya con quién fuera que me hubiese cogido o simplemente, tirarme para que no me quedase quieta y siguiese a un camino cualquiera, se podría ver con facilidad. Sobretodo con aquella brillantez que el sol nos hacía recibir.

Lo único que hacía era tirarme y tirarme para que retrocediera. Pero, ¿y si era una trampa? ¿Me quiere ayudar? ¿Por qué? ¿Ocurrirá algo? Soy así de desconfiada.
Iba a utilizar la otra mano para apartar la suya y que me dejase en paz, pero me sobresaltaron llamas que relucían en frente nuestro amenazando quemaduras con sus flamantes llamaradas. El misterioso sujeto empezó a hablar con voz dulce y calmada.

- ¡No te quedes ahí quieta, ven conmigo! - dijo, y esta vez me tiró con más fuerza.

Todo me daba vueltas... Hice que parase de estirarme el brazo como si me lo fuera a romper.

- P-pero ¿por qué quieres ayudarme? - le pregunté bastante asustada.

- Eso no importa, si quieres salir con vida ven conmigo.

- ¡¿Pero que nos persigue?! - estallé.

No me hizo caso; sin brusquedad, me empuja hacia si mismo -no sabía si era chica o chico- y me lleva a una sala con un poco más de luz. Cierra la puerta correctamente con llave y se sienta conmigo. Por fin pude verle el rostro, era una chica.

- Esto... eh, perdona por aparecer así a la ligera - me dijo.

- No importa – respondí -. Ahora no me preocupa tanto porque has hecho eso.

Me sonrió. No duró mucho; bajó la cabeza un poco seria e intentaba mirar hacia todos los lados por si había moros en la costa. Puso los ojos en blanco, sobresaltando un poco su cabeza y a mí. Se gira para mirarme, con su mirada tenebrosa, y un poco sarcástica. Sin embargo podía descifrar con claridad el destello de sus ojos azules… y para que mencionar su cabello color cobrizo. La verdad es que era hermosa para ser una cría, si es que lo era. Aparentaba unos trece años, casi catorce. Pese a que su altura estaba unos dedos por encima de la mía.
Seguía con aquella mirada serena, oscura… Por aquello quizás no le caía bien, o simplemente no tenía ganas de volver a verme junto a ella… Se sienta un poco mejor para estar más cómoda, con la espalda recta, con intención de contarme algo, quizás importante.

- No me tengas miedo, no muerdo – se echa a reír solo un poco -. No soy mala persona.

- Vale – intenté confiar en ella; sentí que mi voz sonaba triste pero despreocupada.

Se acerca medio centímetro más o menos hacía mí.

- Antes no me presenté como es debido, lo siento. Me llamo Marie Eyleen.

- Yo soy Ashley. Un placer – respondo educadamente -. Tu… nombre es… muy bonito – halago entrecortadamente.

- Es inglés – informa -. Pero no es bonito.

- Anda que el mío…

Nos íbamos a quedar calladas pero vi que Marie Eyleen estaba por decirme algo sobre ella.

- ¿Sabes? Marie Eyleen es muy largo… Mis amigos me llaman Eyleen – lo que yo decía -. El tuyo… ¿se puede abreviar?

Me quedé silenciosa, concentrándome en mis pensamientos. Segundos después le respondí.

- Bueno, muchos amigos me llaman simplemente Ash… - dije – Pero yo creo que suena fatal. Puedes llamarme Ashley.

Ella asintió, y yo ya no le conté nada.

Me pensé un instante si ofrecerle o no que ella me contase algo. Tenía muchas preguntas sobre ella, pero ninguna ha sido respondida. Contengo la respiración, y si me espera lo peor, que me espere. Tengo curiosidad sobre Eyleen.

- ¿De dónde vienes? – le pregunté.

- Forks – contestó inmediatamente.

- ¿Eres de allí?

- Sí.

- Vale…

Eyleen adivinó lo que pensaba.

- Puedes preguntarme lo que quieras, si de verdad sientes tanta curiosidad.

Me quedé boquiabierta.

- Es que tengo muchas preguntas… ¿Por qué has venido a ayudarme? ¿Nos conocemos de algo? ¿Te envía alguien? También, ¿cómo puedes leer mi mente?...

- No leo tu mente, solo es una intuición – cortó.

Supe que me engañaba.

- ¿Seguro? – enarqué una ceja, insegura.

Eyleen dio un fuerte suspiro mientras se fregaba suavemente las manos y su mirada la mantenía desviada, incómodamente.

- Está bien, te lo contaré – me prometió.

Me acomodé para escucharla atentamente y empezó.

- Soy de Forks, como te dije. La verdad es que no vivo con mis padres.

- Oh, ¿con otro familiar?

- No.

Me callé de inmediato, esperando a que prosiguiera y así lo hizo.

- Tengo la mala costumbre de olvidar el día de mi cumpleaños, solo recuerdo que nací en Junio.
»Estaba dormida en mi cama, y eran las dos y cuarto de la madrugada. Para ser junio hacía bastante frío. La puerta estaba abierta, y había momentos en que debido a que la ventana estaba no muy cerrada y hacía viento, se oían los crujidos de lo que unía la puerta con el umbral, por falta de aceite quizá.
»Eso me despertó y pude ver a alguien que entraba, sigilosamente. Iba encapuchado, con un saco.

- ¿Tuviste miedo? – le pregunté.

- Soy bastante fuerte, es mi forma de ser.

Asentí para no interrumpirla más e hice un gesto para que continuase. La intriga me mataba.

- No sé que me hizo… no sé que me hizo esa persona que me volvió totalmente loca, no pude soportar lo que me hacía…
»Aún así, al día siguiente me encontré con unas personas que me dijeron de haberme salvado. Qué me encontraron allí, sufriendo, y acudieron a mí de inmediato. “¿Quiénes sois?”, les pregunté. “¿Y cómo he llegado hasta aquí? ¿Qué le habéis hecho a aquel hombre o quienquiera que fuese?”.
»Quería saberlo todo, pero lo cierto es que no me respondieron. Uno por uno se presentó. Los más mayores, que eran quienes cuidaban de mí y los demás críos que conocí, se llamaban Charles y Lauren.

- ¿Cómo se llamaban los otros? – pregunté con curiosidad.

- Ah, sí, los otros chicos eran de mi edad, de ahí pensé que serían sus hijos. Pero me equivoqué. Se llamaban Naminé, Riku, Alice, Amy, Daxin y Sora.
»Vivimos en las Islas del Destino. Hay más gente, aunque también cerca de donde vivimos, hay una pequeña isla en la que, para no ocupar mucho en Islas del Destino, viven familiares de cada uno de mis… “hermanos”.

- Entonces, ¿sois todos adoptados? – le dije.

- Claro, ya se deduce – respondió.

Ahora entendía todo. Pero no se me escapó nada de nada.

- Aún no me has respondido a una última pregunta.

Frunció el ceño.

- ¿Cuál? – quiso saber.

Suspiré antes de preguntarle.

- ¿Cómo puedes leer la mente? – dije por fin.

Puso los ojos en blanco bastante extrañada.

- Te dije que solamente eran intuiciones mías.

- ¿Siempre? – observé.

La pillé por sorpresa. Justo en ese momento llamaron a la puerta; aunque no hubiésemos dado permiso para entrar, alguien abrió la puerta y se dirigió hacia nosotras.

Reconocí su rostro, era un chico. Y muy guapo, además. Sus ojos eran de color verde azulado, bastante llamativos… pero daban ganas de mirarle y no dejar de hacerlo. Su pelo era no muy largo, de color entre blanco y gris. Aparentaba unos dieciocho años.

- Eyleen, debemos irnos – susurró.

- Sí, ya nos íbamos – lo calmó Eyleen.

El chico asintió y esperó fuera con una chica. Comprobé que las llamaradas de fuego se habían apagado. Eyleen y yo nos íbamos. De camino, le pregunté:

- Eyleen… ¿quién era ese chico?

- Era Riku – respondió, soltando una pequeña risa.

- ¿Y la chica que lo acompaña? – pregunté después, sin entusiasmo.

- Naminé – respondió de inmediato -. Seguramente Charles y Lauren les habrá dicho que vengan a buscarme.

- ¿Y cómo han sabido dónde estabas? – sentía curiosidad.

- Eyleen, en serio, tenemos que irnos – apareció de repente Riku.

Eyleen iba saliendo, yo iba detrás de ella. Riku esperaba en la puerta. De repente, se dirige hacia mí.

- Es un placer. Me llamo Riku – se presentó.

- ¡Y yo Naminé! – dice de repente Naminé.

El físico de Naminé era muy parecido al de Eyleen, salvo por el pelo: Naminé era rubia y Eyleen pelirroja, con un toque de granate. Pero sus ojos eran idénticos…

- Yo soy Ashley – les dije.

Naminé me acompañó hacia la salida, mientras Eyleen iba delante con pinta de líder. Riku nos seguía.

Eyleen me detuvo un momento para hablar.

- Espero que estés lista para conocer a los Bladther – vaciló, y siguió su camino.

- ¿Los Bladther? – pregunté.

- Nosotros, los Bladther – dijo Naminé -. Se refiere a nosotros y nuestra familia, Ashley. No te asustes, es su manera de hablar – añade sonriendo.

Solté una risa y ella hizo lo mismo. Tenía el presentimiento de que me llevaría bien… con los Bladther.

~~~~

El comienzo lo hice sin inspi y así quedó.

¿Os gusta? Sinceridad, eh, no importa si no os gusta.

¡Saludos!


Última edición por Gothic Lolita el Jue Abr 30, 2009 6:28 pm, editado 2 veces
Volver arriba Ir abajo
virgi rk
Diosa de los Fan Fics
virgi rk


Mensajes : 94
Fecha de inscripción : 07/10/2008
Edad : 31
Localización : Buscando la llave que abra esta jaula fría y húmeda

Define "love" Empty
MensajeTema: Re: Define "love"   Define "love" Icon_minitimeSáb Abr 18, 2009 3:42 am

A mi me ha gustado, aunque veo que a veces te aceleras un poco con el transcurso de los acontecimientos. No pasa nada, a mi también me pasa.
Las descripciones tampoco te quedaron tan mal, yo creo que describes bien.Te falta describir el físico de la prota...Ashley. Menos mal que en el carácter es distinta a otra Ashley que conozco xD Ya pensaba que eran clones o algo así.
Sí, Rk es atractivo, pobre de la persona que diga lo contrario x3
La prota es curiosa, como yo xD
Spoiler:
Sobre el título no te preocupes, ya tendrás tiempo en buscar un buen título ^-^


Sigue con el capi, tengo ganas de saber más de los Bladther...Un nombre raro, mola x3

Un saludo ^^
Volver arriba Ir abajo
ryuugu rena

ryuugu rena


Mensajes : 52
Fecha de inscripción : 12/02/2009
Edad : 27
Localización : En el espejo del crepúsculo, a punto de irme, vámonos Midna... ¬¬

Define "love" Empty
MensajeTema: Re: Define "love"   Define "love" Icon_minitimeSáb Abr 18, 2009 12:34 pm

Gracias por el comentario, Virgi Wink

No, no son clones xD No se me ocurría un nombre para la prota... así que escogí Ashley.
El físico de Ashley lo estoy pensando MMM... xD

Spoiler:

Cuando pueda pongo el segundo capi.

¡Saludos! =)
Volver arriba Ir abajo
ryuugu rena

ryuugu rena


Mensajes : 52
Fecha de inscripción : 12/02/2009
Edad : 27
Localización : En el espejo del crepúsculo, a punto de irme, vámonos Midna... ¬¬

Define "love" Empty
MensajeTema: Re: Define "love"   Define "love" Icon_minitimeMar Mayo 05, 2009 9:17 pm

Cap 2...

Perdía la noción del tiempo poco a poco. Pasaba los ratos hablando con Naminé o Riku, aunque Eyleen seguía delante de nosotros.
- ¿Cómo estás, Ashley? ¿No te preocupa dónde vamos? –me preguntó Naminé.
- ¿Por qué lo dices? –dije.
- Naminé, haz el favor de no asustarla –protestó Eyleen-. Tranquila, Ashley –se dirigió hacia mí-, no te va a pasar nada.
Eso me sonó a sarcasmo.
- ¿Quién ha venido a buscarnos? –pregunté.
- Charles –me respondió Riku.
Cuando por fin llegamos a la puerta principal, vi que Eyleen estaba más lejos de lo que pensábamos. Se la veía hablar con un chico más grande que ella –pero joven-, apoyado en un coche. Yo pensé que sería Charles.
Noté que hablaban en otra lengua que no entendía. Conozco muchas lenguas, las aprendí muy bien al instituto hace un año, pero esa no la conocía.
- ¿Sois extranjeros? –le pregunté a Naminé–. Me dijo Eyleen que erais de Forks.
- Y lo somos, pero desde siempre hemos hablado en una sola lengua -argumentó Riku.
- ¿De qué país es? –quise saber.
- No lo sabemos. Hablamos esta lengua por tradición, Ashley. Te lo contaremos entre toda la familia cuando lleguemos, ¿vale? –me calmó Naminé.
Yo asentí, pero me gustaría saberlo ahora mismo. Eyleen y Charles estaban lejos, pero pude escuchar un poco su conversación.
“Seolós anuagi ma” –decía Eyleen.
“Oneorc euc Lauren étpeca edeuc agneb, ysonem sut sonamreh” –contestó Charles.
Naminé y Riku sabían lo que decían, pero es que yo no pillaba ni jota. Me pregunto que lengua será…
- Esto, eh… ¿Naminé? –la llamé.
- Dime, Ashley.
- ¿Me puedes traducir… lo que han dicho, por favor? Si no es nada personal, claro…
- Es algo de nuestra tradición, Ashley. No me fío de lo que harás… -vaciló Riku.
Bajé la cabeza.
- Riku, ¿es qué no confías en Ashley? –se quejó Naminé.
No respondió. Se fue con Eyleen y Charles para hablar.
- Claro que te lo traduciré, mi vida –sonrió-. Verás, creo haber oído que Eyleen le explicaba a Charles quién eras. Literalmente, Eyleen ha dicho: “Es solo una amiga”. Charles cree que Lauren y toda la familia no te aceptarán como invitada, amiga o como quieras llamarlo – fue bajando el volumen de voz.
- … ¿Crees que no les caeré bien? –me preocupé.
- No te preocupes. Al final se acostumbrarán a ti y haremos buenas migas.
Naminé me empujó sin brusquedad ni violencia hacia ella y me acarició el pelo amistosamente. Me abrazó y me dio un beso en la frente.
- Eres una buena chica, Naminé –comenté; me levanté pero la abrazaba-. He tenido buenos amigos, pero nunca uno como tú. No puedo creer que me hayas aceptado nada más conocernos el primer día –añadí.
- Es mi forma de ser –respondió alargando una de sus sonrisas-. Además, tú también pareces buena chica.
- Por cierto, se me olvidó… ¿cuántos años tenéis?
- ¿Todos? –preguntó.
Asentí.
- Bueno, Riku tiene quince años –creí que tenía más-, yo tengo catorce –como yo-, Eyleen también tiene catorce, el novio de Eyleen, Sora –no sabía que fueran novios-, tiene también catorce. Charles tiene veinte años y Lauren tiene diecinueve. Y mi hermano Daxin, tiene diecisiete.
Me sorprendí por la edad del último.
- Ah, sí, yo tengo catorce, perdona –dije, respondiendo a la pregunta que se formulaba Naminé.
Riku nos estaba llamando para que ya fuéramos. Creímos que Eyleen convenció a Charles para que fuera a su casa. Fueron entrando Eyleen, Naminé y Riku, pero Charles se detuvo ante mí, quizás para presentarse personalmente.
- Quizás Eyleen te ha hablado de mí, pero me gustaría presentarme personalmente. Me llamo Charles. Tú debes de ser Ashley –dijo.
- Sí –respondo-. Me llamo Ashley. Mis amigos me llaman Ash, pero prefiero Ashley, si no te importa – añadí.
Charles sonrió.
- En tal caso… Yo me llamo… Charles Bladther. –comentó.
Le estreché no muy fuerte la mano.
Subimos todos al coche al final y durante la ruta ninguno habló.

Cuando me di cuenta me quedé dormida.
Un bache provocó que me despertara. Aunque de nada serviría seguir durmiendo, estábamos a un metro de la casa de los Bladther.
- Ya estamos –informó Charles-. Espero que te lo pases bien, Ashley.
- Gracias –respondí.
- ¿Dónde vas, Charles? –preguntó Eyleen, viendo que Charles se iba a una dirección contraria a la nuestra.
- He de ir a hacer unos recados –contestó de mala gana-. Luego nos vemos.
Riku y Naminé salieron –como siempre- los primeros, cerraron la puerta, y lo mismo hicimos Eyleen y yo.
- Bueno, Ashley, supongo que te habrá sorprendido el tamaño de la casa –se fijó Eyleen.
- ¡Guau! –flipé-. ¡Si es una mansión!
A Eyleen se le fue la risa floja.
Eyleen me acompañó hasta su familia, y esta vez Naminé era la primera en entrar.
- ¡Ya estamos aquí! –gritaba Naminé-. ¡Ha venido Ashley!
“¿Cómo? ¿Me conocen?”, pensé; “¿O es que a Eyleen le ha dado tiempo a hablarles de mí?”. Me extrañaba todo esto. Ya empezaba a pensar que los Bladther eran gente distinta…
- Lauren –Eyleen la llamaba por su nombre propio. Preferiría que no fuera su madre-. Ha venido Ashley.
- Oh, hola, Ashley –me dijo Lauren-. Yo soy Lauren. Tú debes de ser Ashley.
- Buenas.
Aparecieron dos chicas y un chico por el umbral de la puerta de la cocina (creo que eran los hermanos, aunque faltaba uno).
- Por fin nos conocemos –me saludó el chico-. Me llamo Sora. Eyleen me ha hablado de ti.
O Eyleen me conocía de hace tiempo, o es que Eyleen es veloz como un vampiro.
- Eh… sí, soy Ashley.
- Yo soy Alice –me dijo la chica-. Esta es mi hermana Amy –Amy me saludó con la mano.
- Hola –saludé.
Me di cuenta de que faltaba uno de la familia. Mientras Eyleen venía, le pregunté.
- ¿Dónde está…? –no recordaba el nombre.
- ¿Daxin? –adivinó Eyleen.
- Sí.
- Estará fuera.
Eyleen y los demás (incluso Charles y Lauren), fueron al piso de arriba, y yo me quedé sola explorando por la casa.
- Hola, Ashley –dijo una voz detrás de mí, sobresaltándome.
Me encogí de hombros y poco a poco fui girándome para ver quién era.
Al darme la vuelta vi que había un chico muy alto… de dieciséis años más o menos. Llevaba una camiseta de manga corta de color negro; los pantalones eran tejanos un poco oscuros. También llevaba bambas de esas anchas.
Su pelo no era ni muy corto ni muy largo, pero tenía un poco de cabellera. Sus ojos eran marrones.
- Soy el hermano de Naminé –dijo.
Estaba absorta. Me hizo volver a la realidad.
- Oh, em… sí, yo soy Ashley –respondí.
Puse mis manos en los bolsillos; no dijimos nada más. Él se fue a la dirección opuesta de donde iba yo. Vi a Naminé entrar por la otra puerta.
- ¡Ashley! Qué bien que estés aquí -…-, ¿te vienes?
- ¿A dónde? –enarqué una ceja.
- Vamos a enseñarte el instituto al que irás –daba pequeños saltos.
Retrocedí.
- Aguarda… ¿me estás diciendo que me quedaré aquí? ¿En Forks? ¿Con vosotros? –solo estaba preocupada, pero miedo no tenía.
- ¡Claro! –dijo. ¿No te alegras?
- No, no, si es perfecto –dije-. Esto… Naminé, ¿puedo preguntarte algo?
- Por supuesto, dime.
- ¿Crees que el físico de tu familia vale la pena? –me sentí idiota al preguntarlo.
Frunció el ceño, pero luego soltó una risa que parecía no muy convencida.
- Eh… ¿A qué viene esto? –dijo.
- Curiosidad – improvisé.
- Ah, bueno, si es eso… No sé, todos están bien, normal… Pero ninguno me parece más guapo que otro –me miró al comprender que estaba atenta-. Ashley… ¿es qué te has fijado en alguien?
Negué la cabeza suavemente.
- Que va, que va –nos echamos a reír; cambié de tema-: Así que… el nuevo instituto, ¿eh?
- Sí, te encantará, harás buenas migas allí –me animó.
- Gracias, Naminé.
- Llamaré a Eyleen para que te acompañe.
- Naminé, ¿vosotros no vais? –pregunté.
- Nosotros tenemos horarios distintos –respondió, sonriendo.
Asentí.
Eyleen volvía por la puerta principal, bastante preocupada.
- Eyleen, ¿puedes acompañar a Ashley al instituto? –le pidió Naminé.
- Em…, sí –respondió con mala gana.
Eyleen cogió sus cosas, Naminé volvió al salón con Riku, Charles y Lauren –Daxin, por lo que vi, no estaba- y me fui con mi salvadora amiga al instituto.

Por el camino también pude ver todo lo que había en el pueblo: parques, tiendas, casas, pisos… más parques, más tiendas, más casas… más pisos… Eyleen y yo íbamos calladas así que, decidí hacerle preguntas.
- Eyleen, ¿por qué vosotros tenéis un horario distinto? –eso fue lo primero en que tenía curiosidad.
- No sé, cosas de profesores –me respondió.
- Ah.
- ¿Quieres preguntar algo más? –dijo en tono sarcástico.
- No.
Íbamos a cruzar el paso de cebra, pero un autobús que pasó nos hizo retroceder y yo me topé con Eyleen. Sentí su congelada y pálida piel. Me estremecí.
- Eyleen… tienes… la piel congelada –dije.
- Lo sé –dijo, sonriendo, mientras miraba lo pálida que estaba su piel.
- Por cierto… No has almorzado. ¿No tendrás hambre después?
- Tranquila –me dijo-. Voy a buscar a mis hermanos, luego te veo.
- Vale –asentí. “Muy, pero muy raro”, me dije.
Entré por la puerta principal con un plano del instituto para situarme. Era la hora libre, así que me fui a la cafetería a tomar algo. A lo lejos veía a un grupo de chicos y chicas que aparentaban mi edad. Les miré, y ellos percataron mi mirada, pero la desvié para que no me dijeran nada. Luego me di cuenta que ya venían a decirme algo. Bueno, solo las chicas: los chicos seguían hablando de sus cosas.
- Hola, tú eres nueva por aquí, ¿cierto? –me preguntó una de ellas.
- Sí.
- Es un placer, me llamo Sarah –se presentó-. Éstas son Stephanie y Elizabeth.
- Hola, ¿qué tal? –dijeron las dos.
- Yo soy Ashley. Encantada –me presenté.
Me ofrecieron de ir a comer con ellas y fui. Estuvimos hablando de nuestras cosas… “cada loco con su tema”, en fin.
- Ashley, ¿conoces a los Bladther? –me preguntó Elizabeth.
Me lo pensé un instante antes de responder.
- No, ¿por qué? –mentí.
- Antes te acompañó Marie Eyleen Bladther –dijo Sarah.
- ¿Aquella chica se llamaba Eyleen? No lo sabía. Solo me la encontré cerca y dijo de acompañarme hasta aquí. Le dije que era nueva -improvisé-. ¿Qué tiene de malo?
- No, nada… -disimuló Sarah.
Elizabeth se apresuró a explicármelo. Stephanie estaba callada todo el rato, comiendo patatas. Sin embargo, escuchaba.
- Lo cierto es que son personas… raras –comenzó Sarah-. Lo sabe todo el mundo.
- Y mira, aquí llegan –observó Elizabeth.
Las cuatro nos giramos hacia la puerta por la que entraban.
- Y cada uno con su pareja, fíjate –dijo Sarah-. Mira, los dos primeros que entran son Eyleen y Sora. Son novios desde que Sora dejó a Kairi, una amiga suya de la infancia, ahora su –ex y desde que se enteró de que Eyleen amaba a Sora.
- ¿Cómo se conocieron? –pregunté.
- La familia Bladther son adoptados por Charles y Lauren. Así se conocen.
- Mira, los que le siguen son Naminé y Riku –señaló Stephanie-. No están saliendo ni nada por el estilo, pero son como uña y carne.
Les eché un vistazo.
- Naminé parece una chica simpática –opiné.
- No intentes juntarte con ella, no son muy… sociables –dijo Sarah.
- ¿Y las otras dos chicas que acompañan a Naminé y Riku? –pregunté, aunque de todos modos, ya les conocía.
- Oh, son Amy y Alice –comenta Sarah-. Son casi idénticas, pero es solo una simple coincidencia. Se llevan bien.
Me quedé bastante satisfecha. El último que vi entrar fue a Daxin.
Me arriesgué a preguntar yo misma.
- ¿Y el último de la familia que acaba de entrar? ¿Quién es?
Mis amigas se giraron para ver a quien me refería.
- Oh –comenta Elizabeth-. Es Daxin, el mayor de todos los hermanos. Es guapísimo, te das cuenta de eso en cuanto lo ves, pero…
- Pero como dije, no hables con nadie de los Bladther –me advirtió por enésima vez Sarah-. Aunque te dijera Naminé, nadie de los Bladther es lo bastante sociable. Por eso están siempre tan callados.
No sé porque todas –bueno, y todo el mundo- rumoreaban tan mal sobre los Bladther. Yo los veía buena gente. Me excusé para marcharme, no tenía muchas ganas de seguir aquí.
- Perdonad, acabo de recordar que tengo que ir con… que tengo que ir a hacer recados –improviso-. No sé, me ha venido a la cabeza.
- No te preocupes, avisaremos a la profe. Cuídate, Ashley –dijo Stephanie.
- Igualmente. Encantada –respondí.
Me fui del instituto con mi mochila (aunque no la necesitase. Pero pesaba que… buf). Me resultaba bastante raro que si conocían tan bien a los Bladther, pensasen que son malas personas. Además, mencionaron que no son sociables y que no se juntan con la gente. Entonces, ¿por qué corren esos rumores? ¿Quién los comenta?
En fin, me encontré con el coche de Charles y a Eyleen apoyada encima de él.
- Hola, Eyleen, ¿has venido a buscarme? –pregunté.
- Y mira que lo he hecho sin pasar dos horas y media por ahí con mi queridísimo Sora… -vaciló-. Vamos, Lauren quiere hablar contigo.
Eyleen alzó la mano para abrir el coche, pero alguien la cogió del brazo.
- Eyleen, si no te importa acompañaré yo personalmente a Ashley -sonreía. Reconocí el rostro de Daxin.
- Nadie te lo ha permitido –Eyleen agitó el brazo para que Daxin la soltara-. Además, yo soy quien cuida de Ashley.
- Me gustaría que por lo menos un día la acompañase yo.
- Eyleen, no pasa nada –dije-. Un día es un día.
Eyleen aceptó que Daxin me acompañase –no muy contenta-. Me di cuenta de que Daxin no cogió el coche ni fue a la dirección correcta.
- La casa está allí –le dije.
- Es que no vamos allí.
No sé por qué, me dejó deslumbrada, y a la vez perpleja.

~
Volver arriba Ir abajo
virgi rk
Diosa de los Fan Fics
virgi rk


Mensajes : 94
Fecha de inscripción : 07/10/2008
Edad : 31
Localización : Buscando la llave que abra esta jaula fría y húmeda

Define "love" Empty
MensajeTema: Re: Define "love"   Define "love" Icon_minitimeSáb Mayo 09, 2009 2:23 am

El capi mola. La escena de todos entrando me recuerda a Crepúsculo, Stephanie Meyer te ha influenciado mucho.
Espero que Daxin no se parezca tanto a ese personaje que odio tanto x3

Spoiler:

Bueno, no sé que decir, falta de inspiración a estas horas de la noche xD

Sigue con el fic, quiero saber adonde le lleva Daxin a Ashley, y a ver si describes el físico de la prota x3

Saludos ^-^
Volver arriba Ir abajo
ryuugu rena

ryuugu rena


Mensajes : 52
Fecha de inscripción : 12/02/2009
Edad : 27
Localización : En el espejo del crepúsculo, a punto de irme, vámonos Midna... ¬¬

Define "love" Empty
MensajeTema: Re: Define "love"   Define "love" Icon_minitimeDom Mayo 10, 2009 3:28 pm

Spoiler:

Cap. 3

Echándome atrás, protesté:
-Creo que tengo derecho a saber a donde me quieres llevar que no sea tu casa.
Gruñó, y luego se echó a reír.
Preferiría haber confiado en los Bladther desde el primer momento, si pudiera. Acababa de conocerles, y me costaba tener fe en ellos… Sin embargo, la única persona en quien confiaba más en estas últimas cuatro horas era Naminé. Ella misma me lo había demostrado, no solo lo digo yo.
-Así que… crees que te estoy engañando –adivinó, interrumpiendo mis pensamientos-. ¿Debo deducir por esa actitud que no confías en mí?
-Em…, esto…, no, no es eso –aclaré.
Puso los brazos cruzados.
-Todo lo contrario, me encanta que me acompañes a sitios que aún no he visto y pasarlo bien… contigo –expliqué.
-¿Pero?
Suspiré.
-¿Adónde me llevas?
Creo que me ignoró, ya que no obtuve respuesta. Me tiró sin brusquedad y me hizo ir con él.
Mientras íbamos cruzando un bosque al que él me llevó con demasiada ímpetu, le hice una de las infinitas preguntas de las cuales deseaba respuesta.
-Si sois todos adoptados, ¿quiénes eran en verdad vuestros padres?
Se rió. Luego fue la seriedad quien volvió a él.
-Hace siglos que pasó aquello…
Elevé ambas cejas.
-Metafóricamente… ¿no? –dije.
Puso los ojos en blanco.
-Ashley, no quiero asustarte ni nada… Pero haces unas preguntas tan raras que… Es que me da la sensación de que sospechas algo de nosotros. De mí y de toda mi familia –cuando acabó, aparté un poco el pelo-. Y por favor, no te apartes el pelo.
Improvisé y opté por decirle la verdad. Se quedó muy quieto, mirándome, pero yo avancé tan solo un par de pasos hacia delante.
Estaba realmente ansiosa para que él me respondiera a lo que yo iba a exponer, sobre mis opiniones. Ojalá no fuera cierto todo esto, aunque miedo no tenía. ¿Será verdad que los Bladther son…? Bueno…
-Sé… que porque no te haya visto todo el rato no significa nada… Pero es que no te veo comer. Te da algo cada vez que aparto el pelo…
Camina lentamente hasta ponerse en frente mío. Yo continué:
-Eyleen tiene la piel congelada.
-Y pálida –dijo él-. Yo no soy pálido…
Le toqué. Estaba congelado.
-Pero también tienes la piel congelada… como Eyleen. Ya no hace falta tocar la de los demás.
Con un poco de brusquedad, se subió a un árbol y continuó hablándome.
-¿Era eso? ¿Saber lo que supone… ser un monstruo? –gimió.
-No sois monstruos –objeté-. Quizá no deba decirte esto, pero… es que ocurrió desde que te vi… Esto, yo…
En vez de hablarle de este tema, empecé a hablar de otro.
-Sé lo que sois. Y me da igual, no pasa nada.
No me respondió. Giró la cabeza hacia su izquierda durante unos segundos; yo también la giré para ver que observaba. Alguien venía, era Eyleen.
-¿Interrumpo algo? –dijo Eyleen, mirándonos.
Oí como Daxin dio un suspiro y se largó.
-Bueno, tengo un par de minutos si quieres –dije, guardándome mi tono sarcástico.
-Lo cierto es que ahora soy yo quién quiere preguntarte algo.
Yo no la veía como la misma Eyleen que conocí hace unos días. Me alivié cuando dijo algo inesperado, de ella, por desgracia.
-Para empezar, me gustaría hablarte sobre aquella charla que tuviste con Naminé sobre el físico de toda nuestra familia –iba diciendo mientras se sentaba cerca de mí; yo también me senté con ella.
-Ah, sí, yo también quería hablar de ello, solo que con Naminé. No sabía que supieras lo que hablamos ella y yo.
-Al fin y al cabo, ya sabes… lo que… -no continuó; estaba esperando a que yo continuara-. Es igual, pero ¿a qué venía esa pregunta?
-Lo cierto que pregunté por preguntar –mentí-. Pero hay otra cosa que quiero saber… Se comenta mucho sobre vosotros, y no sé muy bien como os lo hicisteis para ser como Charles y Lauren.
-¿De verdad te interesa saberlo? –preguntó para asegurarse de que estaría convencida.
Estaba decidido. Nadie guarda secretos para Ashley. Mataría así dos pájaros de un tiro; primero, demostraría claramente que las apariencias engañan y no nos hacen pensar como son la gente. Y segundo, dejaría de darle vueltas al tema como una loca hasta saber si los rumores son ciertos o son fantasías. No me costó nada decidirme a ello.
-Por supuesto –contesté eufóricamente y entusiasmada.
-Bueno, ya te expliqué hace tiempo, cuando nos conocimos, como empezaba la cosa.
Asentí, y vi que venía otra gente. Eran Naminé, Riku, Alice y Amy. “¿Querrán escuchar la historia? ¿Para qué?”, pensé.
-Yo estaba dormida en mi cama y… ¡ah!, por fin lo recuerdo. Era el ocho… ocho de junio…

“¡¡Michelle!! ¡¡Michelle!!”
Como una loca gritaba en sueños ese nombre, el de Michelle. No me sonaba de nada, me venía de repente en sueños. Aunque estuviese durmiendo, puse todos mis sentidos atentos, tal y como ella me iba enseñando en mis breves sueños.
Pero una vez me levanté de mejor humor; sí, soñé con ella, pero de otra manera. Normalmente, ella aparecía en mis sueños de una forma rara… Lo típico: te encuentras en un lugar totalmente oscuro y aparecen delante de ti. La última vez que soñé con ella… estaba en otro lugar...
“No despiertes”, dijo Michelle con voz angelical.
“¿Por qué?”, pregunté.
“A no ser… que quieras un destino eterno…”

“Destino eterno”. Lo comprendí.
“¿Destino eterno?”, pregunté otra vez. “Es que no lo entiendo…”
“Los sueños te impiden a aceptar y/o vivir cierta realidad… ahora mismo debería… debería…”
, y se fue yendo.
Y ahora es cuando yo desperté. Un poco nerviosa, sudando… A partir de allí ya lo sabes todo, Ashley.
-Sí –respondí-. ¿Fue cuando te encontraste con un encapuchado que llevaba un saco y que Charles y Lauren te salvaron?
-Exacto –dijo.
-Bien, y ¿qué te pasó?
Exhaló un amplio suspiro.
-Era un vampiro, Ashley –pareció un poco decepcionada al haberlo confesado.
Pero yo me quedé “flipando en colores”.
-Creo que ya me lo sé todo.
-Claro, Ashley; para intentar salvarla, Charles y Lauren no tuvieron más remedio que morder a Eyleen –expuso Naminé.
-Y ¿porqué tú, Riku y Sora no sois vampiros? –mascullé.
-Porque nosotros simplemente somos huérfanos que fuimos a pedir ayuda a esos dos chupasangres –respondió Riku, intentando ocultar su alivio.
Y aquí ya venía lo complicado. Me sentía como en un sueño de esos que, prácticamente, no son reales. No me refiero a pesadilla, sino a un bello sueño.
Normalmente, cuando alguien de nuestra sociedad piensa, escucha, recita o grita la palabra “vampiro”, le viene a la cabeza un ser monstruoso con colmillos largos mordiendo cuellos y/o matando a gente inocente. Porque lo único que hacen es beber. Beber sangre. Huelen sangre por todos lados e intentan controlar su sed, pero es casi absurdo, para ellos.
Nosotros aún lo vemos más fácil…
…en cuanto a lo que pronuncié anteriormente, la frase “destino eterno”, es un destino que solamente le pertenece a este ser, el vampiro. En el caso de que un vampiro consiga la sangre de un humano, este humano, al instante, se convierte en lo que nosotros siempre nombramos, en un monstruo.
Es por eso que la gente ha tenido pensamientos impuros sobre el vampiro.
Pero siempre se necesita más información. La gente piensa así y hala, no piensa en lo demás. Deben usar un poco la cabeza y decir: “¿Y si no es cierto?”. O decir: “Quizá las apariencias engañan”. Yo he conocido a vampiros, ahora mismo y son, os lo digo yo, que son buena gente.
La cosa es, que cuando amas al viable asesino, por así decirlo, el vampiro, prefieres vivir una eterna vida junto a él que vivir tu propia vida a su lado.
Si amas a alguien así, no lo dudes: sé como él.
-Perdonad, he de irme –dije.
Así que me fui a casa de los Bladther. No había nadie, salvo Charles y Lauren, los demás aún estaban en la calle.
Ahora ya lo sabía todo. Sé que los Bladther no era de nuestra "especie"... eran vampiros.
También sé que, no todos los Bladther eran vampiros. Habían tres excepciones: Sora, Riku y Naminé. No eran vampiros, pero uno de esos tres tiene un don especial que no acabo de percatarme de él...
Tengo claro muchas cosas, pero solo me importaba una.
Que estaba absoluta e inevitablemente enamorada de Daxin.

~
Volver arriba Ir abajo
virgi rk
Diosa de los Fan Fics
virgi rk


Mensajes : 94
Fecha de inscripción : 07/10/2008
Edad : 31
Localización : Buscando la llave que abra esta jaula fría y húmeda

Define "love" Empty
MensajeTema: Re: Define "love"   Define "love" Icon_minitimeDom Mayo 10, 2009 3:56 pm

El capi mola. Ya sabía que los Bladther eran vampis x3 Eso de la piel helada me recordaba a algo. Menos mal que Riku no es vampi, no me lo imagino chupando sangre ._.
He intuido quien podía ser Daxin x3

Bueno, sigue con el fic, promete ser interesante.

Un saludo ^^

Spoiler:
Volver arriba Ir abajo
Contenido patrocinado





Define "love" Empty
MensajeTema: Re: Define "love"   Define "love" Icon_minitime

Volver arriba Ir abajo
 
Define "love"
Volver arriba 
Página 1 de 1.
 Temas similares
-
» "The Legend of Zelda: Twilight Princess", para Wii

Permisos de este foro:No puedes responder a temas en este foro.
Fan Fiction World :: Fan Fictions :: Fanfics Kingdom Hearts-
Cambiar a: