Pasado de mis personajes

Aqui subire los pasados de algunos de mis personajes, para empezar, subire el de kie T^T

Yo lo hize mientras escuchaba esta cancion, la recomiendo T^T

Capitulo 1: Noches perdidas

La noche se habia vuelto un nido de recuerdos que nacian en aquella vieja casa en la que me crie, donde creci practicamente, y donde perdi la vida...
No supuse que el tomar esa decision me llevaria a vivir cosas tan duras y odiosas, a conocer las verdaderas intenciones de las personas de mi mundo.
Sali de lo que seria mi casa, en unas pesimas condiciones tanto por fuera como por dentro, me puse la capucha de la chaqueta y camine sin rumbo por las silenciosas callejuelas.
Miles de recuerdos me venian a la mente... todos ellos formados por mi familia, por mi querida hermana...
Sin darme cuenta, mi rostro se lleno de lagrimas y no pude reirme ironicamente. Yo, un ser que esta practicamente muerto por completo, que no deberia sentir, estaba llorando al recordar los momentos felices que tuvo estando vivo.
Os contare mi historia, pero aviso una cosa. No es agradable.
Retrocedamos diez años atras, en la misma casa en la que e estado antes, solo que en mejores condiciones y con una familia viviendo dentro.
Mi familia, de apellido Wisei, estaba formada por mis padres Hikaru y Shiki, mi hermana gemela Shei, yo, mis tios Cecil y Nibare, y mi primo Riebi.
Eramos una familia bastante feliz. Nunca habia discusiones entre nosotros y los mas jovenes, que no superabamos los siete años, eramos inseparables.
Mi hermana y yo eramos de caracter bastante reserbado y habiamos crecido de una forma parecida a la de los nobles, mientras que mi primo habia aprendido a relacionarse con todo el mundo.
Mi mundo era unicamente mi hermoso piano de color blanco situado en el salon con el que componia melancolicas canciones acompañadas con la dulce voz de Shei. Sentado en el sofa, Riebi contemplaba anonadado como tocabamos en armonia mi hermana y yo, como si nuestras mentes fueran una. Es posible que esto se debiera a que eramos gemelos.
Un dia cualquiera, cuando jugabamos en el jardin nosotros tres, no pudimos evitar fijarnos en una familia nueva que se mudaba al barrio. La familia Aoi. Eran parecidos a nosotros, los padres, un hijo mayor y una hija pequeña.
El padre era de una estatura alta, con bastante elegancia en sus movimientos, de pelo rubio y unos ojos entre rojos y rosas; la madre era una hermosa dama que vestia elegantes vestidos y que trataba con cariño a todos los niños del barrio y aun mas a sus propios hijos, su pelo era dorado y tenia unos ojos azul mar que mostraban inocencia y dulzura; el hijo mayor era bastante guapo tambien, o almenos segun mi hermana, no tenia en absoluto la elegancia de los gestos del padre, o la inocencia y dulzura en la mirada de la madre, su mirada de ojos rojos imponia a primera vista, y sus gestos eran como los de cualquier otro chico de su edad, su pelo era rubio, atado con una pequeña trenza que dejaba caer por el hombro; la hija pequeña era como su madre, sus ojos eran azul mar y tenian la mirada inocente y dulze de un niño pequeño, su pelo era bastante corto, rubio como el resto de los miembros de su familia.
Me entraron ganas de hacercarme a saludar, pero como era tipico en mi me quede mirando desde el jardin de mi casa agarrando la mano de mi amada hermana. Riebi, como siempre, se acerco a la pequeña de esa familia nueva, no tardo en hacerse amigo suyo.
Apartir de ese día los dos hermanos de la familia Aoi venian todas las tardes a merendar y a escuchar las canciones que componiamos mi hermana y yo.
Algo no marchaba bien... Suzume, la menor de todos, era muy alegre y siempre se la podia tomar el pelo pero el mayor, Sairon, era completamente opuesto, parecia que no fueran de la misma familia.
Un dia como todos los demas, a la hora de la merienda, unicamente vino Sairon a mi casa. Le pregunte por su hermana y el me contesto que no tardaria en llegar.
La fui a buscar, despues de todo aun que fueramos vecinos Suzume seguia siendo una niña pequeña.
Al salir por la puerta vi a la niña correteando por el jardin de mi casa, persiguiendo una bonita mariposa de color rosa.
Todo paso muy rapido, pero aun puedo recordar como el cuerpo de la pequeña se desplomaba en el cesped.
Alguien la habia disparado desde una casa cercana ¿pero quien...? No me pude mover por el miedo ¿que debia hacer?
¿debia llamar a mis padres, a los suyos, a sairon o a mi hermana? ¿era mejor salir corriendo y finjir que no habia visto nada?
Con tantas dudas en mi cabeza no pude hacercarme al cuerpo moribundo de la pequeña. Me pedia que llamara a su hermano mayor, pero yo me mantuve inmovil mientras la llama de su vida se iba a apagando...
Me di la vuelta, deseando que la niña se despertara y entrara corriendo en mi casa tal y como hacia todos los dias, pero en cuanto llegue a la puerta me lleve una gran sorpresa. Sairon habia visto como yo me quedaba quieto viendo morir a Suzume. Se lleno de ira contra mi y mi familia, me empujo y me tiro al suelo, pasando por encima de las escaleras. Sabia que habia echo mal en quedarme quieto y tambien sabia que me merecia que Sairon me odiara de por vida pero... no esperaba que llevara a cabo la venganza que me dijo... me juro que iba a robarme todo aquello que amaba, que iba a matarlos a todos delante mio y que cuando ya habria acabado con todos... me mataria a mi de la peor forma que podria imaginarse.
Estuve dias sin hablarme con nadie, ni siquiera con mi hermana. Todas las canciones que tocaba en el piano se habian vuelto tristes y dolorosas.
Asi fue como fue pasando el tiempo asta que llego el otoño y ya me olvide de todo, volvi a ser el de siempre. Todas las tardes, a la misma hora, tocaba con mi hermana una pequeña cancion que pensabamos regalarle a mi madre por el dia de su cumpleaños.
En el descanso entre cancion y cancion yo me quede mirando a la ventana. Me puse a recordar a Suzume mientras las hojas marrones de los arboles se caian, al igual que la vida de las personas.
De repente un fuerte golpe hizo que aterrizara de mi mundo de sueños y que me fijara en el salon, que era de donde provenia todo el ruido.
Me quede sorprendido. Sairon habia cambiado mucho, pero aun asi consegui reconocerle. Tenia una daga de color dorado con algunos cristales brillantes incrustados en el mango. Quise levantarme para saludarle y alegrarme de que hubiera venido a mi casa, pero en cuando me levante pude ver el cuerpo de mi madre desangrandose.
Se me llenaron los ojos de lagrimas ¿por que tenia que ocurrir todo de esa manera? ¿esq acaso no abia sufrido ya bastante con soportar la muerte de Suzume y la ruptura de la amistad con la familia Aoi? Grite el nombre de Sairon con todas mis fuerzas, deseando que parara y que me matara a mi en lugar de mi familia.
Fue inutil. No solo murio mi madre, si no tambien mi padre de la misma forma. Me puse enfrente de Shei para que a ella no le ocurriera nada, pero Sairon me aparto de un golpe, haciendo que me chocara contra la pared. Le pedi e incluso le suplique que la dejara, que ella no tenia la culpa de nada y que habia sido la unica que habia estado siempre de su lado, pero fue en vano... la agarro del cuello y la levanto del suelo. Se acercaron a mi y una vez lo bastante cerca... Sairon la apuñalo delante mio. Su sangre llego a salpicarme. Esa imagen no se me olvidara nunca. Dejo a mi hermana en el suelo y me puso la daga en el cuello para que no me moviese. Era exactamente lo mismo, solo que ahora yo no me podia mover por que si no me cortaria el cuello.
Por suerte mis tios seguian vivos, y aclararon a los demas del pueblo que un ladron habia entrado a robar y que como ellos opusieron resistencia los mato. Yo quede libre de sospechas, pero aun asi no volvi a ser el mismo.
Deje de hablarme con las personas, cada vez que me hablaban yo contestaba dirigiendoles una gelida mirada, que hacia que me dejaran en paz.
Los de mi pueblo me comprendian en un principio, pero decian que habia que tener cuidado con migo por que me podria dar un ataque de locura y que podria matar a todo el que se me pusiera por delante. Pasaron los meses. Segui cerrandome a todas las personas, incluso a los de mi familia. En el fondo los queria, eran los unicos que me intentaban animar todos los dias, y que de vez en cuando sonriese. Eso les causo la muerte. Sairon de nuevo, como no, solo que en esta ocasion fue un incendio. Pude salvar a Riebi, pero le condene a una vida peor que la muerte.
La muerte de mis tios habia dado sospechas de que yo era un asesino, y por eso nadie nos aceptaba ni a mi ni a mi primo en casa. Me gane la vida como ladron, lo que hizo que me odiaran aun mas. Llego el invierno y entonces es cuando decidi darle fin a mi patetica vida. Fui a mi casa, en la que ya nadie vivia y estaba medio quemada y en ruinas, coji la daga que Sairon se dejo en el asesinato de Shei y la cual yo habia mantenido desde entonces, y me quite la vida...
Antes de eso deje a mi primo, o mi hermanastro en un internado en el que lo aceptaron. Los rumores se fueron disipando pero el apellido Wisei habia cojido mala fama por mi culpa y eso seria lo que llevaria a Riebi a una vida llena de dolor, criticas y rechazos.
Volvamos a la actualidad, en la que ahora tengo diecisiete años.
Mientras caminaba entre las frias callejuelas pude reconocer una silueta que me resultaba muy familiar, la de una joven de dieciseis años, de pelo rojo y ojos rosa-fucsia. Era Aliare, la lider de las sinsombras, esa raza de no muertos que abiamos muerto pero seguiamos vivos a la que pertenecia. Ella fue la que una vez revivido por propia decision me enseño todo lo que debia saber.
Me enseño a que unicamente debia confiar en los sinsombras, que no debia de tener piedad de los humanos, y lo mas importante... que los sentimientos no eran mas que un estorbo en la vida que no te permitia vivir mejor.
Es posible que tuviera razon, pero mi rostro ahora mismo se mantenia triste y ella lo noto. Me abrazo con cariño, tal y como habia echo siempre que me habia puesto triste. Pude notar el calor de su cuerpo, maldito al igual que el mio. Sonrei al saber que no estaba solo en un destino que me llevaria a la muerte escojeria el camino el que escojeria.

El capi mola. Pobres Kie y Riebi... han sufrido tanto.
Sairon es demasiado rencoroso, Kie no tuvo la culpa de que Suzume muriese

Bueno sigue subiendo capis, yo me tengo que ir ya a dormir.

Un saludo ^^

pobre kie T^T maldito sairon, kie no tiene la culpa ¬¬
pobechito riebi, pobechitos los dos
sigue subiendo mas capis ^^
matta ne!!

nyaaa kie-kun TwT pobechito
sairon me cae mal e.e
sigue escribiendo pasados *o* molan xD
p.d: no se k mas decir :_: